En Cantabria tenemos tanto que ofrecer que, como pasa muchas veces, por más que planifiques tu visita tendrás que volver para poder disfrutar de esos lugares que se quedaron fuera de tu primer viaje por falta de tiempo.
Así que en esta entrada os contamos los lugares imperdibles para una visita en estos meses invierno y principios de primavera, en los que es mejor optar por descubrir nuestro increíble patrimonio histórico y tirar hacia la montaña.
Nuestros balnearios son el lugar ideal para alojarse mientras te adentras en la naturaleza y pueblos cántabros: qué mejor forma de terminar tu día tras tus excursiones, que relajarte y dejarte cuidar por nuestras aguas termales y tratamientos de bienestar.
A continuación, te dejamos nuestros diez sitios favoritos para visitar en Cantabria, en cualquier época del año, pero sobre todo ahora en invierno:
Castro Urdiales
Castro Urdiales posee el delicado encanto de un pueblecito marinero y pesquero de tradición ilustre y señorial ambiente turístico, con un interesante casco viejo, con sus características balconadas de madera.
Su patrimonio monumental está formado por la iglesia de Santa María, la mejor obra gótica de Cantabria (construida entre los siglos XIII y XV), el castillo-faro que se ubica junto a ella y el bello puente medieval y la ermita de Santa Ana.
Además, en ella se encuentra la cueva de la Peña del Cuco, con grabados rupestres muy finos del Paleolítico superior (hace 12.000 años), que reproducen ciervos, caballos y cabras.
Y el yacimiento romano de Flavióbriga, que ocupa todo el subsuelo bajo la actual ciudad de Castro, a unos dos metros de profundidad.
Liérganes
Atravesada por el río Miera, esta localidad pasiega es famosa por la leyenda del hombre-pez: Francisco de la Vega, que en 1674 desapareció mientras se bañaba en las aguas del río Miera y que apareció años más tarde en las costas de Cádiz, donde unos pescadores atraparon a una extraña criatura: un hombre con escamas y forma de pez.
Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, uno de sus atractivos es el estar asentado a la sombra de dos montañitas: Marimón y Cotillamón, también conocidas popularmente como «Las Tetas de Liérganes», bien merece ocupar nuestra foto de portada.
Sus calles empedradas, las típicas casonas con balcones repletos de flores e imponentes palacios señoriales, fueron declarados de interés histórico-artístico nacional en 1978, muestra de arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.
Santander
La capital de Cantabria es una ciudad de provincia que mira al mar. Sus 34 kilómetros cuadrados transcurren de forma paralela a la cosa, erigiéndose entre el azul de su hermosa bahía y el verde de los prados que la rodean por su arraigada tradición agropecuaria.
Pasear por El Sardinero y disfruta de sus vistas o visitar la Península de La Magdalena, un lugar lleno de historia y que cuenta con el espectacular Palacio que hoy es sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y otrora, residencia de verano de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, no pueden faltar en tu visita a Cantabria.
Si te toca un día lluvioso, su Anillo Cultural va como anillo al dedo, y nunca mejor dicho: un itinerario que abarca siete centros expositivos con el Centro Botín como protagonista principal, si eres fan del arte contemporáneo. También puedes acceder a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, que data del Siglo XIII, aunque tuvo que ser reconstruida tras el incendio que en 1941 asoló la ciudad, y su claustro, en el que se encuentra el sepulcro del erudito santanderino Marcelino Menéndez Pelayo.
Y, entre visita y visita, tapea, come o cena, en cualquiera de sus zonas gastronómicas. Te irás de la ciudad con la barriga llena y el corazón ¡bien, pero que bien contento!
Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Una antigua mina transformada para albergar animales de los cinco continentes en condiciones de semilibertad en grandes extensiones, tratando de representar el hábitat de origen de cada especie, de manera que su adaptación al parque resulte lo más satisfactoria posible y puedan reproducirse con normalidad. Osos, elefantes, tigres, linces, jirafas, avestruces, cebras, hipopótamos, rinocerontes, leones, campan a sus anchas por sus 750 hectáreas.
Un espectacular parque ubicado en uno de los lugares más singulares de Cantabria, con un original y fascinante paisaje kárstico exhumado por una antigua mina de hierro cuyo origen se remonta a la época romana, que cuenta con una red de carreteras y caminos para visitarlo libremente en coche, contando también con un circuito de senderismo y una instalación de telecabinas para disfrutar de la naturaleza, los animales y del excepcional paisaje.
Cuevas del Monte Castillo
Las cuevas del Monte Castillo, situadas en Puente Viesgo, es un conjunto de cuatro cavidades con arte rupestre paleolítico, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. De las cuatro, dos están abiertas al público: El Castillo y Las Monedas.
Al borde del río Pas y a su paso por Puente Viesgo, se alza el Monte Castillo, una elevación caliza de forma cónica que esconde en su interior un intrincado laberinto de cuevas, algunas de ellas con manifestaciones rupestres paleolíticas. Sin duda, la más destacable es la de El Castillo, convertida en referente científico para la comprensión del desarrollo y comportamiento humano durante la Prehistoria en el sudoeste de Europa.
El interior de la cavidad contiene uno de los conjuntos más singulares e importantes de la Prehistoria europea. Sus más de 275 figuras, todas ellas correspondientes a los albores de la presencia del Homo sapiens en Europa, representan un paseo subterráneo por los orígenes del pensamiento simbólico, la mente abstracta y la expresión artística.
Santillana del Mar
También en el ranking de los pueblos más bonitos de España, es nuestra villa más mentirosa, porque ni es santa ni es llana ni tiene mar 🙂
Es sin duda, el centro de interés histórico y artístico de Cantabria, y una de las localidades más visitadas. Cuenta con un formidable patrimonio presidido por la Colegiata de Santa Juliana, joya del románico regional, que también está presente en sus casas, palacios y escudos de sus nobles propietarios.
Imposible no aprovechar para visitar la Neocueva del Museo de Altamira, réplica exacta de las cuevas originales, calificadas como la «capilla sixtina» del arte rupestre, a las que tal vez tengas la suerte de acceder si estás entre las 5 personas a la semana, que son elegidas al azar entre quienes visitan el museo, para garantizar la conservación de las pinturas.
Comillas
Otro de los rincones cántabros más visitados y vecina a Santillana del Mar, su gran atractivo reside tanto en su patrimonio paisajístico como en su conjunto monumental. La plaza vieja, la iglesia parroquial y algunas casas del centro de la villa son una excelente muestra de arquitectura popular del siglo XVIII.
El resto de los edificios notables corresponden a finales del siglo XIX y principios del XX, época en la que Comillas gozó de su máximo esplendor económico y social gracias a Antonio López y López, indiano emigrante a Cuba y primer marqués de Comillas, dejando gran huella en su arquitectura: como los neogóticos Palacio de Sobrellano, la Universidad Pontificia y el cementerio municipal, o la vivienda modernista Villa Quijano, más conocida como El Capricho de Gaudí, por ser obra del famoso arquitecto catalán.
Bárcena Mayor
Este pequeño pueblo del municipio de Los Tojos, con poco más de 80 habitantes en medio del valle de Cabuérniga, siendo el único núcleo habitado que se encuentra dentro de los límites del Parque Natural de Saja-Besaya. Rodeado de grandes bosques de robles y hayas, también está entre los pueblos cántabros catalogados entre los más bonitos de España y desde él podrás acceder a las numerosas rutas que lo atraviesan.
Sus calles empedradas y sus casas de arquitectura montañesa de galerías de madera y portalones, de las que sobresalen algunos soportales con arcos de sillares y clásica talla en madera con decoración en vigas, pilares y aleros. Su carácter medieval y montañés se evidencia en los zaguanes, lavaderos, hornos de pan y pajares, un paisaje que parece haberse quedado estancado en el tiempo.
Se dice que Bárcena Mayor es el pueblo más antiguo de Cantabria y, tal vez, de España, debiendo ser rehabilitado en la década de los noventa por el avanzado deterioro natural de sus edificaciones. Actualmente solo puedes acceder a pie, debiendo dejar el coche en un aparcamiento exterior.
Cueva de El Soplao
«El soplao» es un término minero que alude al aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxígeno. De ahí viene el nombre de esta famosa cueva cántabra. Descubierta en 1908 durante los trabajos de extracción de blenda y galena en la Sierra de Arnero, la cueva El Soplao es un excepcional yacimiento geológico gracias a la gran variedad y singularidad de formaciones geológicas o espeleotemas (excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, etc.) que en ella se han encontrado.
Además, la cueva y su entorno albergan una interesante muestra de la actividad minera de la zona: sus más de 20 km de antiguas galerías dedicadas a la extracción de zinc y plomo, se complementan con castilletes, hornos de calcinación, lavaderos y talleres, resultando en un completo legado de arqueología industrial minera.
Potes
Capital del valle de Liébana, cada vez más de moda entre los amantes del turismo rural y también en el top de los pueblos más bonitos de España, cosechando numerosos reconocimientos como destino de turismo rural. Ubicado en la confluencia de los cuatro valles de la comarca, Potes está rodeado de montañas por lo que el turismo activo es uno de sus grandes reclamos, pues su cercanía a los Picos de Europa hace que sea un buen punto de partida para actividades como el senderismo, la escalada, la bici de montaña, el esquí de travesía, etc.
Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.
Otro de sus grandes atractivos es la gastronomía. El cocido lebaniego o la caza son los platos estrella de esta zona de Cantabria.
Los balnearios de Cantabria, son la ubicación perfecta para conocer todas estas maravillas: algunos están situados muy cercanos a ellas o, como máximo, a una hora en coche.
La belleza de nuestra costa y sus playas, la dejamos para el verano, que ahora el tiempo no acompaña. Y aunque la pandemia y la crisis, ahora tampoco nos permiten mucha movilidad, esperamos que esta información te sea de gran ayuda para cuando por fin podamos retomar el placer de hacer turismo.
Así que ya sabes, ven pronto a descubrir nuestra Cantabria infinita y disfruta de la combinación perfecta entre turismo rural, cultural y termal.