En nuestra entrada de este mes, hablamos de tipos y técnicas de baños termales, como una de las principales formas de uso de las aguas mineromedicinales. Aunque también se aplican por otras vías, por ingesta o inhalación, el protocolo de seguridad sanitaria actualmente en vigor, ha limitado bastante la disponibilidad de tratamientos basados en beber o respirar el vapor de las aguas termales.

De todas formas, la mayor parte de la oferta de tratamientos balnearios se basa en la hidroterapia, es decir, en el uso externo de las aguas mineromedicinales y, entre las múltiples técnicas externas, el baño termal en sin duda el más destacado, al contar con cada vez más métodos terapéuticos de aplicación.

Baños termales: salud y relajación todo en uno

Las bañeras son ideales para aprovechar la acción térmica del agua, existiendo diversos tipos de baño minero-medicinal.  En el baño, todo el cuerpo (baño general) o parte de él (baño regional y parcial) se sumerge en el agua.

En los baños generales, el paciente se sumerge hasta el cuello. Cuando utilizamos la bañera simple, su reducido espacio condiciona el hecho de que sus acciones predominantes sean las térmicas. En la bañera con hidromasaje, añadimos al efecto térmico el derivado de la presión del agua sobre la superficie corporal.

  • Baños calientes: inmersiones en aguas con una temperatura entre 36 y 40ºC, entre 5 y 20 minutos, en función del tratamiento. En los baños parciales, pueden utilizarse temperaturas muy calientes, hasta el límite de la tolerancia (45ºC). Estos baños se utilizan como método termo-terapéutico superficial: para aumentar la temperatura y el flujo sanguíneo de los tejidos; por su efecto analgésico y antinflamatorio; por su acción antiespasmódica y relajante muscular; por su efecto sedativo; para disminuir la rigidez articular.
  • Baños fríos: inmersiones con una temperatura < 34ºC, de duración menor cuanto más fría está el agua. La introducción de la parte del cuerpo que hay que tratar en agua fría se hará de forma lenta y progresiva y la duración del baño será variable, según los objetivos terapéuticos. Es muy importante realizar precalentamiento mediante ejercicio, para que la persona se encuentre en un estado de confort térmico antes de iniciar el baño.
    Los baños fríos generales se utilizan para disminuir la temperatura corporal de forma rápida, en casos de hipertermia o golpe de calor, y como reacción durante la aplicación de la sauna. Son más frecuentes los baños parciales dada la temperatura del agua, especialmente de brazos, de piernas y de asiento, cuya principal indicación es en tratamiento de hemorroides.
  • Baños a temperatura alterna o de contraste: se trata de una técnica especial utilizada en el tratamiento de las extremidades. Requiere el uso de dos bañeras, uno con agua entre 38 y 44ºC, y otra entre 10 y 20ºC, en los que se introducen las extremidades que hay que tratar de forma alterna.
    Los baños de contraste provocan respuestas sucesivas de vasoconstricción y vasodilatación cutánea, cuyo resultado es la estimulación de la circulación local en la extremidad tratada y, en menor grado, el incremento de la circulación. Están especialmente indicados en fases subagudas de artritis de articulaciones periféricas, esguinces y estiramientos musculares, o para reducir edemas. Es imprescindible un diagnóstico médico previo, pues pueden estar contraindicados en dolencias asociadas a los vasos periféricos, trastornos del aparato digestivo y urinario o en enfermedades reumáticas.
  • Baño de Burbujas (jacuzzi): se busca un efecto hidrocinético de presión, es decir, conseguimos un efecto masaje sobre el cuerpo. Se trata de un baño general al que se le incorpora una determinada cantidad de aire a presión, creando de este modo corrientes múltiples de agua durante 15 minutos. Conseguimos con ellos una mayor relajación muscular, efectos de sedación y activación de la circulación periférica, facilitar la movilidad articular y ayuda a la descontracturación muscular. Está especialmente indicado en enfermedades reumatológicas, de riñón y circulatorias.
  • Bañera de Hidromasaje o de remolino: baños cuya agua se mantiene en agitación constante mediante una turbina, aplicando un efecto de presión y turbulencia sobre el organismo sumergido, para generar un micromasaje.  Se suele aplicar de forma parcial, por las elevadas o muy bajas temperaturas que se utilizan. Están especialmente indicados en la recuperación de lesiones. Es uno de los métodos hidroterápicos más estudiados y utilizados actualmente en el tratamiento de las disfunciones físicas, junto con la piscina, utilizándose tanto:
    • Con agua fría (entre 10 y 15ºC) se utiliza en el período agudo y subagudo de lesiones musculo-esqueléticas, en las que se precisa la práctica de ejercicio de la parte lesionada durante la aplicación de frío, entre 5 y 15 minutos.
    • Con agua caliente (entre 37 y 42ºC) se utiliza para: estimular la circulación y eliminar exudados y tejidos necróticos en el tratamiento de heridas; para producir analgesia y relajación muscular; para reducir la rigidez articular y para facilitar el ejercicio. En función del tratamiento, la duración oscila entre los 5 y los 30 minutos.
  • Chorro Manual Subacuático: el paciente, sumergido en una bañera de agua caliente, recibe la acción de un chorro de agua a presión sobre determinada zona corporal, a través de una manguera flexible conectada a una vía de agua o incorporados en las paredes de la bañera, con diferentes difusores a la salida. El agua de salida está a una temperatura de entre 2 y 5ºC por encima de la de la bañera y a una presión de entre 2 y 4 atmósferas. La manguera o chorro se sitúa a una distancia entre unos 10 a 20 cms del paciente, permitiendo desde hidromasajes de una articulación o de un miembro determinado, masajes completos de columna y centrípetos para los miembros inferiores.         

Y muchas más opciones terapéuticas

Pues solo nos hemos limitado a hablar de los tipos de baños termales que puedes encontrar en nuestros balnearios. En sucesivas entradas, entraremos en detalle de las muchas otras disponibles: piscinas, tanques, duchas y chorros, envolturas, compresas, abluciones, y un largo etc. de opciones que, a su vez, pueden ser aplicadas en frio/caliente, de forma individual o colectiva.

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