Este nombre tan raro es el término científico de los más conocidos como fangos, barros o lodos termales.
Proveniente del griego “Pelòs”, que significa barro o fango, son la mezcla de agua con materias orgánicas (residuos vegetales, aminoácidos, ácidos orgánicos, humus) o inorgánicas (limos,arcillas, sedimentos, precipitados, turbas), con propiedades terapéuticas.
Los peloides se utilizan mucho en las curas termales, en forma de emplastos o baños, la mayoría de las veces combinados con termoterapia (aplicaciones de calor). De hecho, hablamos de peloterapia para referirnos a la aplicación, por vía tópica, general o local, de estos fangos con fines terapéuticos.
Según las características de cada tipo peloide, se someten a procesos de impregnación, maceración o maduración en agua mineromedicinal para alcanzar la mayor homogeneidad y plasticidad. Todos los peloides tienen en común un índice de enfriamiento muy bajo que permite aplicarlos a altas temperaturas durante tiempo prolongado. Al efecto termoterápico, hay que sumarle el terapéutico del agua mineromedicinal de la que está embebido.
Las principales indicaciones terapéuticas de los peloides son los reumatismos crónicos, las rigideces articulares y determinadas neuralgias.
Estos fangos termales han sido utilizados por el ser humano desde la antigüedad y existen referencias de su uso por egipcios y griegos. Plinio el Viejo, en su obra “Historia Natura”, trata del uso de los barros volcánicos para alteraciones del estómago e intestinos, lo que muestra el interés de los romanos por el tratamiento con fango.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, con el auge del termalismo, se desarrollan numerosas villas termales en Francia, Italia, Alemania, República Checa, Rumania, Rusia, Hungría, etc., en las que usan los fangos termales en sus tratamientos.
En los últimos años se han desarrollado numerosas investigaciones científicas que muestran sus acciones y estudian su composición química, especialmente en Italia, Francia e Israel.
Además, combinados con parafina se obtienen los denominados Parafangos, aportando mayor conductividad y aumentando la retención del calor, permitiendo su aplicación entre 45 y 55ºC para potenciar el efecto de cada peloide y permitiendo la nutrición, protección e hidratación de la piel.
Beneficios de la peloterapia para nuestro organismo
- Afecciones del aparato locomotor
- Osteoporosis, en este caso la aplicación de los peloides ayuda a evitar la resorción mineral (liberación de minerales).
- Artritis, ayudan a aliviar síntomas como el dolor y la inflamación. Alivian la hinchazón en las articulaciones.
- Artrosis, mejora la movilidad de la articulación y disminuye su inflamación.
- Neuralgias, reduce la rigidez de la zona afectada mejorando su movilidad, así como también, el dolor.
- Lesiones deportivas, facilitando la recuperación de la zona afectada.
- Afecciones de la piel
- Acné, disminuye la inflamación y equilibra las secreciones cutáneas.
- Psoriasis y dermatitis, reduce el enrojecimiento y el picor de la piel. Mejora las lesiones dérmicas.
- Exceso de sebo, depura y limpia la piel, hidratándola y suavizándola. Por ello, la aplicación de barros y fangos termales, también tiene fines cosméticos, ya que su riqueza en oligoelementos y sustancias biológicas favorecen el cuidado de la piel.
- Activan la microcirculación o descongestionan la piel, dependiendo de si se aplican en caliente o en frío. Además, gracias a los oligoelementos presentes en el peloide se favorece la desinflamación dérmica.
Los efectos en la piel de los fangos, derivan de los elementos que contienen: arcillas, agua con gran variedad de concentraciones de minerales y oligoelementos, algas y cianobacterias, fosfolípidos, fitoesteroles y terpenos, ácidos úlmicos y fúlvicos (en las turbas), todos ellos responsables de sus efectos cosméticos y terapéuticos, siendo los fangos sulfurados y los procedentes de aguas cloruradobromo-yódicas los más utilizados en las afecciones cutáneas.
Los balnearios de Cantabria cuentan con distintos tratamientos de peloterapia, gracias a la existencia en nuestra región de los principales tipos de fangos, especialmente los sulfurados, dada la gran abundancia de manantiales de este tipo de agua mineromedicinal en nuestra región.
Para conocer todos los tratamientos con fangos termales que ofrecen nuestros balnearios de Cantabria, no te pierdas estos enlaces: