Los Balnearios de Cantabria son famosos por sus aguas termales curativas y por ser una de las mejores opciones para relajarse y rejuvenecer. Hay seis aguas termales con tradición centenaria en los Balnearios de Cantabria que merecen una mención especial. En este post, vamos a explorar cada una de ellas y sus beneficios para la salud.
Las aguas del Balneario de la Hermida emanan a una temperatura de 60 grados. Este lugar, único y rico en historia, es uno de los mejores de balnearios de España y el más completo de la zona norte.
Sus aguas son consideradas de las mejores de Europa gracias a sus propiedades medicinales. Aguas clorurado-sódicas, hipertermales, de fuerte mineralización, ideales para tratar problemas reumatológicos, respiratorios, afecciones en la piel y el estrés.
Las aguas de Castilla Termal Solares llevan siglos siendo su principal carta presentación con una fuente inagotable de propiedades que mejoran la salud y el bienestar.
Este histórico balneario obtuvo la declaración de utilidad pública de sus aguas en el año 1828. Durante la Belle Époque, se convirtió en la primera estación balnearia de la región.
Sus aguas de mineralización débil, bicarbonatadas, sódicas, cloruradas y cálcicas se utilizan en innumerables tratamientos reumáticos, problemas respiratorios, digestivos y afecciones relacionadas con el sistema nervioso.
El Hotel Termas de Liérganes es una típica casona montañesa reconvertida en un acogedor hotel de tres estrellas.
Sus aguas de mineralización fuerte, sulfuradas, cálcicas y sulfatadas resultan muy apropiadas para tratamientos reumatológicos, respiratorios, dermatológicos, antiestrés y antitabaco.
Son utilizadas desde tiempos inmemorables para la búsqueda de la relajación y bienestar y fueron declaradas de utilidad pública en el año 1869.
El Hotel Balneario de Alceda, en plenos Valles Pasiegos, es un lugar idóneo para disfrutar de una auténtica experiencia placentera mientras la salud, se beneficia de las aguas termales de este balneario.
Las propiedades de estas aguas se utilizan principalmente para tratamientos dermatológicos, respiratorios, reumatológicos, faciales y para curar el estrés.
A orillas del río Besaya, nos encontramos con el Balneario de las Caldas de Besaya. Siete son los manantiales que alimentan este balneario y gracias a sus excelentes aguas minero-medicinales clasificadas como cloruro sódicas, bicarbonatadas, azoadas y muy radioactivas, se pueden tratar problemas respiratorios, circulatorios y relacionados con el sistema nervioso.
Por último, nos encontramos con el Balneario de Puente Viesgo. Sus cualidades termales son conocidas desde el siglo XVIII por su poder terapéutico y a día de hoy continúa siendo uno de los complejos termales más conocidos y prestigiosos a nivel nacional.
Las aguas de este balneario son cloruradas, sódicas, bicarbonatadas, cálcicas y magnésicas. Estas propiedades son idóneas para tratamientos reumatológicos, cardiovasculares, respiratorios, psicosomáticos y rehabilitación.